domingo, 17 de octubre de 2010

Asesinar es un placer único, tal vez no haya matado a tantos pero he gozado mas que todos.

CAPITULO 1.- Un crimen.
Hola, mi nombre es Carlos Salinas Goméz, tengo 23 años,y mi cuerpo acaba de caer de una altura de 23 pisos, se impacto contra el concreto, provocando mi tragica muerte, te concedere a ti, el privilegio de poder conocer como, por que, cuando y quien acabo con mi vida, esta es la historia de mi acesino.
Caminaba por la calle cuando lo vi por primera vez, parecia muy amigabe, me dirijio una sonrisa, y despues de eso me lo empeze a encontrar continuamente, hasta que un dia decidi saludarlo, para ver que pensaba el de las coincidencia que nos estaban pasando ultimamente, primero le dirriji la ya ocostumbrada sonrisa, y me aproxime hacia el, le tendi la mano y le dije.
-hola, me llamo carlos.
-mucho gusto carlos, mi nombre es Eyder.
-bueno eyder, parece que el destino se empeña en que nos veamos cada vez que salgo de mi casa, ¿qe opinas de eso?.
-jajaja. -rio.
- si, me he dado suenta de eso, nose, parece que el destino se esta encargando de unirnos, como a romeo y julieta, nada mas que sin la parte romantica. -bromeo.
-y sin la del veneno, espero.- le segui el juego.
-Nunca se sabe.
-bueno eyder que te parece si vamos a tomar un café y nos conecemos mejor, que tal si alguna clase de extraña fuerza más poderosa, tiene planeado que nos conoscamos por alguna extraña razón.
-me parce perfecto, ¿te parece en el cafe de la esquina?
-ya es un hecho.
Empezamos a caminar hacia la esquina, a lo lejos se lograba ver un pequeño café, que tenia varias sillas adentro y algunas personas sentadas platicando amenamente, acompañando su conversación con un café, mientras más nos fuimos acercando, se lograban distinguir las letras que nombravan el establecimiento, "cafe la torre" , llegamos a la puerta del local, un dependiente son abrio la puerta.
-bienvenidos caballeros, tomen asciento porfavor, enseguida les llevo la carta.-nos comento con un tono muy amable.
Entramos y nos sentamos en una mesa cerca de unos ventanales.
-Bueno carlos, y dime ¿en que trabajas?
-Apenas son un estudiante, estoy estudiando leyes, pero ya estoy a punto de acabar.
-A, mira, un futuro abogado, esperemos que tu si cambies al pais.
-Eso es lo que espero. Pero dime, ¿tu de que tabajas?.
-Soy un estudiante de univercidad igual, quiero ser maestro.
-a mira, con lo mal que me caen los maestros.- bromie.
-jajaja, espero poder ser la excepxión.
-buenas tardes, aqui tienen la carta.- interrumpió el mesero.
-muchas graccias, pero para mi no es necesario, ya se que voy a ordenar, quiero un cafe expresso.
-muy bien, ¿y usted señor?.- me pregunto.
-yo quiero un cafe frape de vainilla porfavor.
-en un segundo.- dicho esto, se retiro casi al instante con direccion a la cocina. llegaron los cafes unos momentos despues, la platica se fe tornando más y más entretenida cada vez, pasamos varias horas platicando sobre nuestras vidas.
-vamos, te quiero mostrar un lugar hermoso, claro si es que tu me lo permites.
-mmm... dejame pensarlo. -¿que tienes que pensar? -no lose, que tal si eres un ascesino serial que me quiere matar,o un violador que se quiere aprovechar de mi, o algo por el estilo.
-cierto, eso es muy cierto, pero nadie gana nada si no se arriesga.
-bueno, esta bien, pero solo por un rato, que tengo que regresar a mi departamento a hacer mi tarea.
-te lo prometo.
Nos paramos, dejamos el dinero que a cada uno le correspondia para pagar la cuenta y nos fuimos de aquel lugar, caminamos hasta su auto, era un deportivo color plateado, solo con espacio para dos personas, condujo por algunos lugares de la ciudad que yo nunca habia visto, entro en el estacionamiento de un edificio y se estaciono en el lugar mas proximo a las puertas de algo que parecia una especie de elevador.
-vamos.- me dijo mientras me sonreia.-lo vas a amar, yo lo se.
-Cualquier persona pensaria que estoy demente al ir a un lugar desconocido con un completo extraño.
-No soy un completo extraño, acabamos de platicar por horas ¿recuerdas?.
-Aun asi, llevamos horas de conocernos formalmente, pero, nose por que, me emanas cierto tipo de confianza.
Que equivocado estaba en ese momento, eran tan erroneos mis pensamientos, si emanaba confianza, era lo que hacia que te acercaras a el, y le creyeras, hasta el fin, literalmente, hasta el fin.
-Eso es bueno ¿no?.
-Supongo.
-Bueno nos estamos atrasando, y recuerda que tu tienes tarea por hacer.
-cierto, cierto.
Empezamos a caminar hasta llegar al elevador, que estaba tansolo unos metros adelante de nosotros, se abrieron las puertas doradas y se dejo ver un pequeño cubiculo en el que solo podian entrar maximo 4 personas, accedimos al elevador, y nos vimos reflejados en los espejos que habian como pared, me di vuelta y vi que habian tantos botones, en tan solo un segundo Eyder oprimio uno de color rojo, las puertas del elevador se cerraron, y en ese momento tube un mal precentimiento, pero lo ignore, pense que eran los nervios de estar con un extraño, asi que los deje pasar, pero mientra el elevador subia, incrementavan mis malos presagios, y mi tiempo de vida disminuia. El elavador porfin se detuvo, las compuertas se abrieron y salimos a la azotea de dicho edificio.
-Una vista hermosa, ¿no lo crees?
-Por supuesto que si, preciosa.
-Que lastima.
-¿Por que? ¿Que pasa?
-Sera la ultima vista que veras, querido carlos, hoy vas a morir.
-¿Como? ¿Que? ¿por que ? ¿que es lo que esta pasando?, dejeme ir, se lo suplico.
-Porsupuesto, que no, si esto es tan divertido y exitante.
Me golpeo varia veces, en todo el cuerpo, sangraba sin parar, me tomo del cabello y me arrastro hasta el borde de un techo de cristal que estaba exactamente en el centro de donde estabamos.
-good bye.
-¡No porfavor! ¡NO!.
Me escupio en el rostro y me empujo al vidrio, vi mi vida pasar frente a mis ojos, todo lo que habia vivido con mi madre, con mi padre, todo lo vi, todo, y en tan solo unos segundos,pase frente a tantos escalones y pisos tan rapido que me empezaban a marear, mi craneo se estrello en el concreto, seguido de todo mi cuerpo, mori al instante, ninguno de mis huesos quedo completo, y ninguna neurona dentro de mi craneo destrosado, mi rostro quedo completamente desfigurado graccias a los cristales, no queria que mis padres vieran mi cuerpo, o al menos lo que quedava de el, quedarian completamente devastados. Solo un consuelo me quedava, mi ascesino, no se dio cuenta de un pequeño detalle, ua camara lo gravo todo, incluso su rostro.

Escrito por la pluma de Jorge Albertos Monforte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario