viernes, 16 de abril de 2010

recuerdos... (primera parte)

Es la misma pesadilla, el mismo mal sueño que recurre a mí de nuevo, del que pensé ya me había librado, que esa etapa de mi vida ya había olvidado, pero soñé de nuevo contigo, con lo que me hiciste y con las consecuencias crueles hacia mí corazón, con esos clavos que en mi corazón se ensartaron, con las espinas que en mi alma se enterraron, con los lastimosos latigazos que marcaron todo el amor que te tenia, y entre clavos, espinas y látigos, el amor se desangro y yo jure no volver a someter a este pobre corazón a una pena tan tortuosa como esa.
Empezó de la misma forma que las otras veces, el mismo sueño, o el mismo recuerdo mejor dicho, estaba contigo, te estaba besando y sentía todo el amor dentro de mí, sentía que te amaba nuevamente, como cada vez, no sé por qué, aunque trate de evitarlo, cada vez que sueño contigo ese sentimiento renace, aunque ya sepa el final de la historia, aunque ya esté consciente de que es lo que pasara, parece que mi corazón quiere seguir sintiendo este dolor.
Me besaste de nuevo, sentí tus labios en los míos, tu piel tocar con mi piel, sentí una clase de fuerza extraña que me impulsaba a seguir viviendo, pero no me permitía el poder alejarme de tus besos, aunque yo tampoco quería dejar de recibir el delicioso néctar de tus labios, ni dejar de saborearlos aunque sea por un segundo porque me parecían la más exquisita miel, aunque dentro de pronto me sabrían a la mas asquerosa y fría hiel que me pudiera imaginar en ese momento.
-te amo.-me dijiste después de despegar aquellos labios tan suaves de los míos.
-te adoro.-respondí con una voz muy dulce
-eres lo mejor que me ha pasado en la vida ¿sabes?, no te cambiaría por nada ni por nadie, sin ti no podría existir y mi vida no tendría sentido.
-yo igual te amo con locura y con pasiommm :) y no sé qué haría sin ti, si es que algún día me dejaras o si llegara a pasar algo entre nosotros, te amo Carlos, te amo y no podría vivir sin ti.-Dije al borde de las lagrimas.
Me besaste de nuevo, y otra, y otra, y otra vez, y no parabas de hacerlo, las circunstancias se dieron y me “desposaste”, consumamos nuestro amor de la manera más hermosa, como siempre me lo imagine, nos volvimos uno mismo, ahora lo comprendía, amor, esa simple palabra no alcanzaba a describir todo lo que sentía por ti, cada poro, cada vello y cada centímetro de mi piel sentía ese amor a tal magnitud, ya era un hecho, eras mío, o al menos eso era lo que yo pensaba, pero lo seguro era que yo te pertenecía más de lo que mi mente vagamente se pudiera imaginar, como el drogadicto que muere cuando le quitas la droga, así estaría yo sin ti, sin tus labios, sin tus brazos, sin tu voz susurrándome te amo, sin la fuerza que me daba cada una de tus miradas y sin ese hermoso amor que tanto me profesabas , estaría muerto, completamente muerto.
Cuando la pasión termino, me besaste de nuevo y te acostaste a mi lado, completamente exhausto.
-te amo, y para ser tu primera vez no estuvo nada mal.- me dijiste mientras me sonreías pícaramente.
-idiota “¬¬
-jajaja es broma amor :)
Me acurruque en tu pecho y ambos nos dormimos hasta el día siguiente, esa noche dormí de la forma más esplendida, dormí embadurnado en las mieles del amor, dormí contigo, dormí feliz.
-Buenos días solecito:) .-me despertaste (“¬¬)
-mmm…(sueño) buenos días mi amor :).- me reanime al ver tu hermoso rostro frente a mí.
Tenías ropa deportiva y estabas todo sudado, admiraba como podías despertarte tan temprano para hacer ejercicio, yo no podía hacerlo a ninguna hora del día ;), en ese momento recordé que no tenía nada de ropa, me sonroje de vergüenza y rápidamente me tape con una sabana.
-jajaja
-¿de qué te ríes?, HUM!
-no puedo creer que después de lo de anoche te siga dando vergüenza que te vea en cueros :), jajaja, eso es todo.
Me sonroje aun mas al recordar lo que había pasado la noche anterior.
-por eso y mil cosas más, me traes loco, te amo:).
Me besaste en los labios, el cuello, empezaste a reclinarte sobre mí, con intenciones mas allá de un beso, y en ese momento… mi estomago gruño.
-creo que alguien tiene hambre.- me dijiste de forma burlona y con una sonrisa de amor en el rostro.
-un poco tal vez.- me apene de nuevo.
-bueno ponte algo de ropa mientras veo que hay de desayunar.
-me parece una buena idea.- accedí
Me vestí rápidamente con una de las mudas que tenia en tu casa (tenía mi propio cajón :]), me puse desodorante, perfume, fui al baño a cepillarme los dientes, y salí a la cocina, pero no estabas ahí.
-hola extraño.- me susurraste en el oído mientras me abrasabas por la cintura y me dabas un beso en la mejilla.
-hola extraño.-te conteste al tiempo en el que daba la media vuelta y te besaba en los labios.
-me podría alimentar tan solo de tus besos y con eso viviría una eternidad, la eternidad más feliz conocida por el hombre.
-¿entonces?.
-ya compre el desayuno :/.
-ni modos, será en otra ocasión, pero antes, uno mas ¿sí?
-pero solo uno.-puntualizaste.
Ese beso fue eterno, tal vez lo sentí así porque sería el último beso que te daría en toda mi vida, el último beso que estaría en mis recuerdos por siempre jamás.
Después de unos breves instantes, tus labios se separaron de los míos, me miraste a los ojos y yo te devolví la mirada de amor, me soltaste la cintura
-¿me permite tomar el desayuno con usted?-extendiste la mano en dirección a la mesa y te inclinaste como si yo fuera perteneciente de alguna case de realeza europea.
-con gusto lo acompañare.-te conteste siguiéndote el juego.
Caminaste en dirección a la mesa, corriste la silla hacia atras y me hiciste un ademan de sentarme en ella.
-gracias caballero.- dije con delicadeza.
-de nada amor mío.- contestaste amorosamente
En ese momento se empezó a escuchar una especie de ruido, después me di cuenta que tenia un ritmo musical, advertí que conocía esa canción, y recordé que era el tono de mi celular, pero lo ignore.
-ve a contestar amor, el desayuno esperara.
-ay, el celular puede esperar.- lo que en realidad pasaba es que no me quería despegar de ti ni un solo segundo.
-qué tal si es algo importante, mejor contesta.
-está bien…
Corrí hacia el cuarto, rebusque en los bolsillos de mis jeans, hasta que lo encontré.
-genial, llamada perdida.
-¿quién era amor?
- amm… déjame checo, mi mamá.
El teléfono volvió a sonar, me asusto, y como un acto reflejo lo solté, se deslizo entre mis manos, hasta llegar a la cama, lo tome de nuevo y conteste.
-bueno… ¿Qué paso mami?,… ¿por qué ?... está bien, voy para ahí.
-¿que quería bebe?- me preguntaste intrigado
-que fuera al estanquillo, desde hoy, y los 3 días siguientes, que por que tiene cosas que hacer.
-¿eso significa que?
- no te podre ver en los próximos tres días. :(
-no importa, nos desquitaremos después :).- tú siempre viendo el lado positivo de las cosas.
En ese momento la escena se desvaneció de mi mente, y aparecí en casa de mi abuela con una ropa distinta, permanecí ahí haciendo cosas sin relevancia alguna durante tan solo dos días, no tres como era lo planeado, y me moría de ganas de verte, de besarte y de abrazarte, así que en primera instancia pensé hablarte para que pasaras por mí a casa de mi abuelita, pero después decidí darte una sorpresa, como tus papas seguían de viaje, no importaba si llegara sin avisar, llame un taxi y le pedí que me condujera dirección a tu casa, no tarde mucho en llegar, o tal vez lo sentí así por la emoción de verte de nuevo, apenas me dejo en la puerta de tu casa, vi tu coche, tome la llave “secreta” que estaba debajo de la maceta, abrí la puerta lo más silenciosamente posible, la cerré, me quite los zapatos y empecé a caminar de puntillas a tu cuarto, no podía contener la emoción, ya quería verte, y ver la expresión que pondrías al verme de nuevo, así que gire la manecilla lo más lento y silenciosamente posible, para que no te percataras, abrí la puerta de golpe y grite.
-¡SORPRESA, MI AMOR!
Sorpresa la que me llevaría yo, al verte a ti, en la cama completamente desnudo, con otra persona sin ropa encima de ti, haciendo posiciones poco ortodoxas, pero el placer se reflejaba en la cara de ambos, y en sus gemidos, que tal vez por la emoción de encontrarte de nuevo no escuché desde la entrada principal, ambos me miraron con sorpresa, no me lo creía, esto no podía estar pasando, pensé que mis ojos estaban viendo mal, pero no era así, lamentablemente no era así.
-espera, no es lo que crees.- la frase típica.
No quise escuchar nada mas, cerré la puerta y me fui, de camino a la puerta la imagen se fue desvaneciendo de nuevo.
Después nos vimos la cara, para “hablar” trataste de convencerme, de pedirme disculpas, pero nada de eso funciono, el amor había muerto y había sido enterrado ahí, en la puerta de tu habitación, el corazón se me estaba partiendo, por dentro era un mar de llanto, me estaba desangrando, pero del orgullo saque la fuera suficiente para decir fuerte y claro.
-eres patético, acepta las consecuencias de tus acciones, ¿qué me amas dices?, tú no sabes lo que es amar, si me amaras no hubieras echo lo que me hiciste, pero ve el lado positivo de las cosas como siempre lo haces, ya sabes lo que en verdad es ser amado, porque yo te ame con toda mi alma, y lo echaste a la basura.-me di la media vuelta y me fui, a cada paso que daba mi corazón se rompía mas, la impotencia me carcomía el cerebro y el tener que decir adiós, me desgarraba el alma.
Tristeza… cuando teniendo todo el aire del mundo, sin embargo sientes que te ahogas, ese día morí de asfixia y jure no volver a respirar de nuevo.

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